Dormir a la intemperie o pedir ayuda no es un delito. Criminalizar a los sin techo sólo agrava la crisis. Las soluciones reales pasan por el alojamiento, el apoyo y la comunidad, el camino que realmente acaba con el sinhogarismo.

Los sin techo crónicos representan sólo el 20% de la población de sin techo, pero generan el 80% de los costes. Las salas de urgencias, las cárceles y los refugios son curitas caras. Las viviendas de apoyo son más humanas y mucho menos costosas, y funcionan.

El sinhogarismo situacional puede resolverse a menudo con ayuda a corto plazo, pero el sinhogarismo crónico requiere más. En New Beginnings, combinamos el alojamiento con el apoyo para que los vecinos puedan curarse, reconstruirse y permanecer alojados para siempre.

Para acabar con el sinhogarismo crónico hace falta algo más que un techo. En New Beginnings combinamos vivienda segura, servicios de apoyo y comunidad para que los vecinos puedan reconstruir su salud, estabilidad y sentido de pertenencia, barrio a barrio.

Aproximadamente una de cada tres personas sin hogar en el Noroeste de Arkansas es un sin techo crónico. En New Beginnings, proporcionamos cabañas privadas y apoyo para que los vecinos puedan curarse, reconstruirse y trasladarse a una vivienda de apoyo permanente, la solución probada que acaba para siempre con el sinhogarismo crónico.